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domingo, 4 de diciembre de 2011

ESTRATEGIA DE UNA PUBLICIDAD(MIGUEL ANGEL SÁNCHEZ VALLEJOS)

1. Empieza por recordar a que personas pensaste beneficiar, satisfacer, al momento de crear, fabricar, producir, etc., tu producto, servicio o negocio? pensaste en un profesional? en un comerciante? En un ama de casa? En un ejecutivo? En un adolescente? ( no pienses en un mercado, piensa en la persona ) Recuerda detalladamente a quien pensaste beneficiar con tu producto, servicio o negocio, para quien lo hiciste.
2. Averigua donde se encuentran estas personas, a donde puedes llegar y decirles, “yo tengo lo que estas necesitando”, donde viven?, que sitios frecuentan?, donde trabajan?, por donde transitan?, este punto es bien importante, porque es común cometer el error de salir a ofrecer productos y/o servicios en lugares equivocados, a través de medios equivocados, tratando de persuadir al consumidor equivocado.
3. Solo hasta cuando sepas en donde se encuentran esas personas que se beneficiaran con tu producto y/o servicio, piensa entonces en los medios por los que podrás llegar a ellos directamente, ven televisión?, oyen radio? si es así, que programas en especial? Tienes una base de datos con direcciones y correos electrónicos de estos?, de nada sirve saber donde se encuentran si no sabes que medios utilizar para llegar a ellos.
4. Tan pronto tengas claro para quien hiciste tu producto o negocio, en donde se encuentran los compradores y como llegar a ellos, piensa y recuerda ahora, ¿porque creíste que estas personas necesitaban un producto como el tuyo?, enumera las razones por las que pensaste que tu producto beneficiaria a estas personas, no pienses en las características de tu producto o servicio, piensa en como se beneficiaran de esas características.
Ojala estas razones sean apoyadas por los resultados de un estudio, una investigación que revele las necesidades de ellos y no simplemente porque “a mi me pareció que estas personas necesitan esto y aquello”, la respuesta a este punto debe venir de una cuidadosa investigación, encuestas, estudios e informes calificados, pues solo en muy pocos casos basta con confiarse solo en la tendencia del momento.
5. A estas alturas ya deberías saber que motiva a tus clientes a comprar tus productos o servicios, de no ser así te aconsejo que repases detalladamente el punto numero 4, analízalo con cuidado que allí debes encontrar la motivación que deberían tener tus clientes, porque? por una sencilla razón:
Lo que motiva a tus clientes a comprar tus productos o servicios, son las mismas razones que te debieron haber motivado a ti a crear y producir el producto que tu estas esperando que ellos te compren.





EJEMPLOS 


PARA CAPTAR AL PRIMER CLIENTE : SE LE HACE PUBLICIDAD AL PRODUCTO QUE ESTAS VENDIENDO


PARA QUE EL CLIENTE REGRESE : LE TIENES QUE OFRECER UN BUEN PRODUCTO Y UNA BUENA TARIFA


PARA QUE EL CLIENTE CONSUMA MAS PRODUCTO : EL PRODUCTO TIENE QUE SER BUENO PARA QUE EL CLIENTE RECOMIENDO TU PRODUCTO A MAS PERSONAS PARA QUE TE PUEDAN CONSUMIR TU PRODUCTO.

Derecho Internacional Humanitario (Miguel Angel Sánchez Vallejos)

El Derecho internacional humanitario (DIH) es la agrupación de las distintas normas, en su mayoría reflejadas en los Convenios de Ginebra, en 1949 y los protocolos adicionales que tienen como objetivo principal la protección de las personas no participantes en hostilidades o que han decidido dejar de participar en el enfrentamiento.Las distintas normas del Derecho internacional humanitario pretenden evitar y limitar el sufrimiento humano en tiempos de conflictos armados. Estas normas son de obligatorio cumplimiento tanto por los gobiernos y los ejércitos participantes en el conflicto como por los distintos grupos armados de oposición o cualquier parte participante en el mismo.
El DIH a su vez, limita el uso de métodos de guerra y el empleo de medios utilizados en los conflictos, pero no determina si un país tiene derecho a recurrir a la fuerza, tal y como lo establece la carta de Naciones Unidas.
ORIGEN
El origen del DIH se remonta a las normas dictadas por las antiguas civilizaciones y religiones. La guerra siempre ha estado sujeta a ciertas leyes y costumbres. El más importante antecedente del DIH actual es el , suscrito y ratificado en 1820 entre las autoridades del entonces gobierno de La Nueva Granada y el Jefe de las Fuerzas Expedicionarias de la Corona Española, en la ciudad venezolana de Trujillo. Este Tratado fue suscrito en el marco del conflicto de la Independencia, siendo el primero en su género en Occidente. A partir de entonces, en el siglo XIX, los Estados han aceptado un conjunto de normas basado en la amarga experiencia de la guerra moderna, que mantiene un cuidadoso equilibrio entre las preocupaciones de carácter humanitario y las exigencias militares de los Estados. En la misma medida en que ha crecido la comunidad internacional, ha aumentado el número de Estados que ha contribuido al desarrollo del DIH. Actualmente, éste puede considerarse como un Derecho verdaderamente universal.
CONTENIDO
El DIH se encuentra esencialmente contenido en los cuatro Convenios de Ginebra de 1949, en los que son parte casi todos los Estados. Estos Convenios se completaron con otros dos tratados: los Protocolos adicionales de 1977 relativos a la protección de las victimas de los conflictos armados. Hay asimismo otros textos que prohíben el uso de ciertas armas y tácticas militares o que protegen a ciertas categorías de personas o de bienes. Son principalmente:
  • La Convención de la Haya de 1954 para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado y sus dos Protocolos;
  • La Convención de 1972 sobre Armas Bacteriológicas;
  • La Convención de 1980 sobre Ciertas Armas Convencionales y sus cinco Protocolos;
  • La Convención de 1993 sobre Armas Químicas;
  • El Tratado de Ottawa de 1997 sobre las Minas Antipersonal;
  • El Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la participación de niños en los conflictos armados.
Ahora se aceptan muchas disposiciones del DIH como Derecho consuetudinario, es decir, como normas generales aplicables a todos los Estados.